4 de diciembre de 2009

It was so sweet... As the snake's bite on my heart.

Hoy... Quisiera hablaros del suicidio.
Pero no cualquiera... Uno en especial.

Y así es como estaba él.
Pretendía jugar con las palabras... Creo que para engañarse a sí mismo... Solía comerse el mundo, o pretender que le cabía en el puño, y se embriagaba, una y otra y una ves más.
¿Han oído hablar de ésas personas que son "tan brillantes, pero tan estúpidas..."?
Bueno, creo que es una de las cosas que le heredé. Pero no es de mi de quién hablamos...

Él...
Se embriagaba para olvidar/se.
El XX que me creó, me implantó tal ves la más importante de todas las ideas...
Cuando se quiere algo de verdad, no hay nada que te detenga de llegar a ello.
El XY.... Bueno, a él no lo conocí.
Pero algo que puedo decir, es que se suicidó mucho antes de morir.
Se suicidó el cerebro, lo ahogó y dejo de querer.
Dicen que era alcohólico... Yo digo que su adicción era destruirse.

¿Y cómo tener ganas de vivir cuando ya se ha mandado a la mierda todo lo que se ama?
Bueno... ¿No da un hijo suficientes ganas?
Dios.

¿Qué se necesita para ser feliz?... Pérdida de la conciencia.
De la noción de realidad, del sentido del tiempo, responsabilidad... pero..
¿Qué es ser feliz entonces?
Al parecer un estado momentáneo.
¿No es tal la lógica que él podría manejar?
Hay tantas formas de adulterarse... pero, y hablo por experiencia...
Ninguna llega a satisfacer; por algo se sigue allí.

Él, no fué más inteligente que las señales...
Y el orden natural se lo enseño con la muerte.
Quisiera poder decir que le dolió en abandono posterior con el que me cubrió,
Quisiera poder decir que se lo merece,
Me encantaría saberlo real.
Incertidumbre.

Dolor, e incertidumbre.

Llegó él en sus últimas horas, por mi.
Me gustaría decir que por verme, pero era para que los demás me vieran.
Siempre es bueno tener un trofeo que mostrar.
Quería llevarnos a un aquelarre familiar, fuera de la cuidad.
(What if?)
Ella no lo dejó, y él se fue... Recurrió a un viejo amigo como compañía,
Y se fue.
Se embriagó..
Y se volvió a ir.
No creo que haya cambiado mucho la situación, al menos no para él.
Había muerto años atrás.
Ése día...

Sencillamente se rindió.

¿Cómo perdonar a quién no puedes escuchar?

4 comentarios:

Als dijo...

¿Cómo perdonar a quién no puedes entender?
Sencillo, confía. Aunque sabemos que la confianza hay que ganársela, supongo que existe la confianza ciega, la que es innata.
La solución es sencilla (confiar), pero llegar a poseerla no lo es tanto. Vaya con la confianza, cuanto más mayor es uno, menos facilidad para confiar. Absurdo, pero cierto.

Ya me estoy dispersando. Sólo quería dejar mi huella por este escrito y te he contado más de lo que tenía pensado. Dispersión, siempre igual.

Saludos, Sam, y buena suerte con lo que sea en lo que estás metida, con lo que sea de lo que quieras salir, con lo que sea en lo que quieras entrar... Suerte.

Anónimo dijo...

¿Y esta historia es real?

S. dijo...

¿Y qué si no lo fuera?
La realidad es más desgarradora aún que nuestras perversas mentes. El vacío, el dolor... Cuando son reales, se transmiten aún más allá del entendimiento. Cuando no hay vuelta atrás o detalles para cambiar...

Anónimo dijo...

Sé exactamente de que estás hablando.