18 de agosto de 2009


El aire las olía suspirar,

Y éstos sonidos llevaba...

Una y otra y otra ves,

A los divinos pulmones de aquella criatura.

Plumas... de plumas se cubría su suelo.

Blancas, vaporosas de un lado

A otro del bosque.

Incitando a la imaginación a maquinar grandes cosas,

A traer a éste insípido mundo,

Algo de distracción...

Algo de perversión.



10 de agosto de 2009

Un vistaso a aquél.. Aquel día en que no fuí.


Intenté reirme de ello, pero no.

Cada célula de mi cuerpo exhalaba tu nombre
y me hacía querer volar, volar a ti.
A ése lugar en el que, por arte de magia
el tiempo iba a desaparecer
y se disiparía todo rastro de conciencia.
Habríamos de perdernos
como un vidrio transparente en un castillo de espejos,
y allí, en ése perverso lugar...
Uhm...

¿Para qué dar detalles de cómo te hubiese casi arrancado las ropas,
para luego perderme bajo ese mantel
que usan en los actos de magia para sacar aves?...
Un lugar dónde cualquier cosa
que ántes se habría considerado sensata,
tal ves apropiada...
Pierde absoluto valor, justo en el momento
en que nuestros cuerpos al desnudo
hubiesen sido bañados por esa tenue,
pero increible luz de luna, justo en el momento
en que tu mente hubiese atrapado
esas primeras imágenes
que no has de olvidar nunca jamás...
Nisiquierá más allá...



¿Y lo demás?

Lo demás va en tu imaginación, y en la mia...
Pero tal ves más en esos irremplazables recuerdos que tenemos juntos.
En ésos detalles que nos gusta ahondar.
Una y una ves más, sólo para recordar.


¿Qué?...


Que cada ves que el sol sale por el horizonte,
es un día más cerca de ti. Y de ahí...
Hemos de irnos flotando de rabo de nube en el siguiente.
Moldeando los sueños a nuestro parecer...
Y flotando, sin sentirte lejos de mi,
flotaría cada ves que viese en tu ojos los mios.