10 de septiembre de 2009

Y verás... Ya lo verás.

¿Qué es amar?

He decidido robar tus palabras, Bruno.


El amor y la verdad, son una misma cosa.
Me gustaría poder pensar en algo un poco más..
Pero no hay más.
Aqui y allí ya están. Y nosotros jugamos a entender, jugamos a creer que el mundo nos cabe en la cabeza, jugamos a creer que podemos ser felices, y que al cerrar el puño, el mundo se va a ir con nosotros al abismo.
Recuerdo mis palabras, hay muchas cosas que tenemos al alcance de la mano, muchas que creemos tener... A fin de cuentas eso no importa...
Al final, cada ves que compro una caja de cigarrillos no pienso en por qué los humanos suelen esconder sus instintos... Su impulso animal. O a veces si.
Pero no puedo pretender que mi seguridad de lanzarme sin más, los acompañe a todos. Mis tendencias autodestructivas ya no destruyen mi cuerpo... Ahora se carcomen mi cabeza, junto con la hierba y los recuerdos.
Siempre he querido saber...
¿Para qué una memoria completa, cuando hay recuerdos que no se quiere evocar?
Pasillos y pasillos ininterminables... Como ésas librerías de México de las que me hablaron alguna ves... Amontonados unos contra otros, los recuerdos... Y escaleras que suben y suben y suben por las montañas de imágenes, olores y cuandos...
Y en las galeras, también.
Atesorados en el mostrador los más finos... Esos que de sólo pensarlos te deleitas... Esos que deben ser guardados porque embriagan el ser y hacen perder todo sentido de cordura que se haya logrado reunir.
Pero los que más me gustan... Esos que se alimentan. Hay sensaciones, energías que no te abandonan a pesar del tiempo, hay unas que vienen y van, pero que siempre están allí. Y son éstas... Las que te dejan saber de los placeres más simples...
Y ya no amontonas, ahora ordenas cuidadosamente horas y horas de buen sexo, ininterminables pláticas con extraños, conversaciones que se retoman con uno, o con varios... Y esos momentos en los que te sorprendes de la placidez que encuentras.
Una ves más la noche se llena de silencios... Una ves más.
Y...
¿Por qué no decir las cosas como son?
Sabes bien que eso de amar no es para vos... Ni para mi. La vida se encarga de hacernoslo ver una y otra ves...
Al menos a mi me ha enseñado a llenarme de amores imposibles... De anhelos y de dolor...
Y aún así, vivo enamorada del amor. Vivo enamorada de mi, tal ves. He vivido... Ya ni sé.
¿Te quieres ir?
Bueno, pues... ¿Quién soy yo para detenerte?
¿Un sueño?
Anhelo, ¿tal ves?
Las cosas son como son, y la vida es en el momento preciso.
Y lentamente se transforman, paulatinamente mis sueños, en boomerangs que me azotan al venir.
Pero siempre los siento doler al desaparecer en la distancia.
Creo que tienen razón... Un pequeño homenaje a Mario Benedetti...
Ellos tienen razón.
Esa felicidad...
Al menos con mayúscula,
No existe.
Y así, de la misma forma, pero más tal vez, creo que tienen razón al decir que las decepciones nos hacen más fuertes, y la vida, con el tiempo pega más y más duro, y si, aunque cada ves estemos, o nos sintamos más preparados... No lo estamos, porque siempre habrá espacio para más dolor... Aún cuando no haya posibilidad de aquel.
Pero qué... Ni que no lo supiéramos.
Dicen que al amar, se siente uno completo... O pues eso recuerda mi cuerpo, esa sensación casi tan... Celestial. Dicen que al amar entregas tu alma en bandeja de plata...
Dicen tantas cosas del amor
¿Y quién soy yo para enseñar del amor? Tal ves por eso he sido víctima de él ya lo suficiente...
PEro.
Puedo decir que hay cosas que más allá de explicación alguna, continúan siedo un misterio.
Rios de fuego púrpura son mis venas y veo mi sangre brotar a través del hueco donde habíta un corazón marchito por el uso, el tiempo y el mal uso... El descuido, las drogas, el sexo, el sudor y el alcohol... El cigarrillo de después, el momento de entera soledad y el momento en que te das cuenta de tu compañía.
Los olores de aquella noche, de aquel beso entre lágrimas. El gato corriendo por las esquinas y dos almas pretendiendo meter los segundos en la maquina que estira el caramelo, para ver si el sueño, ese deseo de quedarse en donde la realidad no puede tocarlas se hace interminable.
Tel ves no me has visto porque no me he mostrado. ¿Quieres ver?
¿Estás seguro de querer abrir los ojos?
Yo si.
"Cómo el fenix de los cuentos llegan, sin principio ni final.
Como el misterio de la noche habitan...
...Y sin darse cuenta aún muy lejos están..."

1 de septiembre de 2009

"Es entregarse sin ver, es justo ése mágico momento de éxtasis en el cual simplemente te dejas caer, y confías en que la cuerda que te ata a la vida, sea lo suficientemente fuerte y esté bien amarada."

A pesar del tiempo.

Espacio.

Descontrol.



Você é Meu Tudo.